Son las denominadas cebollas tipo “spring” de genética principalmente japonesa, bien adaptadas a latitudes entre 30º y 42º.
Se siembran al inicio del otoño y su crecimiento ocurre principalmente en el invierno, siendo su cosecha durante la primavera (marzo a mayo).
Destacan por su tolerancia al espigado y su precocidad frente a otras variedades de días cortos.
Son cebollas de buen tamaño, forma globosa y textura suave. Ideales para el mercado fresco y su venta en manojos de cebolla tierna.